Cinco años después de las imágenes del horror provocado por el fuego, la catedral de Notre Dame volvió a ser el centro de las miradas, ahora por el acto de reapertura.
Los grandes esfuerzos por salvar el patrimonio y devolver el esplendor al símbolo religioso de París atrajo a decenas de líderes mundiales, en oficio o retirados, y también de la cultura.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ejerció como maestro de ceremonias, con un discurso en el que resaltó que las campanas de la catedral volvió a sonar «gracias al trabajo de todos».
Trump y Zelenski, entre los invitados
A la ceremonia asistieron decenas de dirigentes de todo el mundo, como el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera dama, Jill Biden; la primera ministra italiana, Giorgia Meloni o el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
También representantes de la realeza europea, como el príncipe Guillermo de Gales o los reyes de los belgas, Felipe y Matilda.
Hollande y Sarkozy, juntos
Políticos de todas las corrientes superaron sus diferencias para ser parte de un acto histórico, incluidos los expresidentes franceses Nicolas Sarkozy y François Hollande, sentados en la misma banca, junto a sus respectivas esposas, la cantante francoitaliana Carla Bruni-Sarkozy y la actriz y productora de cine Julie Gayet.
París y la lluvia
Como ya sucediera en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos este 2024, la lluvia hizo acto de presencia en la capital francesa. Un hecho habitual en París, que no evitó la presencia de varios curiosos.
La calma antes de la ceremonia
Horas antes de que los jefes de Estado y Gobierno mundiales ocuparan sus asientos, clérigos e invitados más humildes se reunían en el interior de la catedral de Notre Dame.
Entre los invitados menos conocidos se encuentran parte de los centenares de personas que participaron en la restauración, tanto como trabajadores como mecenas.
Fuente: RTVE