Rick Scott respalda ofensiva militar frente a cárteles. El senador republicano Rick Scott reiteró su respaldo a la ofensiva militar ordenada por el presidente Donald Trump contra los cárteles de droga en el Caribe, calificando la medida como “lo correcto” para proteger a los ciudadanos estadounidenses.
Rick Scott respalda ofensiva militar frente a cárteles
En una entrevista con NTN24, Scott aseguró que la acción es una “guerra contra quienes quieren matar a estadounidenses” y señaló que “el jefe de los cárteles es Nicolás Maduro. No es el presidente de Venezuela, es el jefe del Cártel de los Soles, el que trafica drogas”.
El legislador agregó que mantiene la esperanza de que Maduro “abandone el poder” y afirmó que “Edmundo González es el verdadero presidente de Venezuela”. Consultado sobre una posible incursión terrestre estadounidense, Scott indicó que lo ideal sería que Maduro “huya a Rusia o China antes de que eso ocurra”.
Sobre la legalidad de la operación, el senador aseguró que las acciones cuentan con sustento jurídico: “Estos cárteles están matando ciudadanos estadounidenses. El Ejército está para defender a nuestros ciudadanos. Esto es completamente legal”, enfatizó.
Horas después, el Departamento de Guerra de Estados Unidos confirmó un nuevo ataque contra una embarcación presuntamente dedicada al narcotráfico en aguas internacionales frente a las costas venezolanas. Según el secretario de Guerra, Pete Hegseth, la acción fue ejecutada por orden directa de Trump bajo el mando del Comando Sur (Ussouthcom), tras verificar que la nave transportaba “cantidades sustanciales de narcóticos” con destino a EE. UU.
El operativo dejó cuatro muertos a bordo, calificados como “narcoterroristas”, sin reportarse bajas estadounidenses. Hegseth advirtió en X que “estos ataques continuarán hasta que cesen los ataques contra el pueblo estadounidense”.
La ofensiva ocurre días después de que la Casa Blanca notificara al Congreso sobre un “conflicto armado no internacional” contra los cárteles de la droga, y se produce en paralelo a un aumento de la presencia militar estadounidense en el Caribe y Atlántico, reforzando la cooperación con aliados y ampliando acciones de interdicción marítima.
