Valencia, 7 de mayo de 2025-. «Canadá nunca estará en venta» le dijo el primer ministro Carney a Trump. Donald Trump y Mark Carney se reunieron en la Casa Blanca, abordando tensiones por aranceles y la idea de anexar Canadá.
El encuentro marcó el primer cara a cara tras meses de fricciones, iniciadas por aranceles impuestos por Trump a productos canadienses.
Carney, electo por su oposición a Trump, rechazó la noción de Canadá como “estado 51” de EE.UU., defendiendo la soberanía nacional.
“Canadá no está a la venta”, afirmó Carney, comparando el país con una propiedad inmobiliaria fuera del mercado.
«Canadá nunca estará en venta» le dijo el primer ministro Carney a Trump
Trump, sin embargo, insistió: “Nunca digas nunca. Ya veremos qué pasa con el tiempo”.
El presidente destacó beneficios para Canadá si se uniera a EE.UU., calificando la frontera como “artificial”.
EE.UU. absorbe el 75% de las exportaciones canadienses, mientras Canadá aporta el 17% de las exportaciones estadounidenses.
Canadá lidera como proveedor de petróleo crudo a EE.UU., generando un déficit comercial de $45.000 millones en 2024.
Trump impuso un arancel del 25% a productos canadienses, incluyendo aluminio y acero, pero eximió artículos del USMCA.
Canadá respondió con aranceles de $42.000 millones a productos estadounidenses, escalando la guerra comercial.
Las tensiones crecieron por la retórica de Trump, quien llamó “gobernador” al exprimer ministro Justin Trudeau.
Ambos líderes evitaron profundizar en la anexión, pero la reunión no resolvió las disputas comerciales.
La relación bilateral, clave para la economía regional, enfrenta un futuro incierto bajo la presidencia de Trump.