Valencia, 14 de agosto de 2025-. Venezuela recibirá 21 crías del Caimán del Orinoco desde EEUU para preservar la especie. Juancho llegó a Estados Unidos en 1998 junto a Miranda para integrarse a la exhibición “Orinoco: secretos del río”.
Su historia comenzó en Carúpano, Venezuela, cuando un viajero entregó un pequeño caimán a Pedrito González, reconocido ecologista local.
Cecilia González, hija de Pedrito, adoptó al reptil, que con los años creció hasta medir más de tres metros.
Pese a su cautiverio, su estado de salud era excelente, pero su tamaño dificultaba su cuidado familiar.
La familia decidió entregarlo a Profauna, organismo venezolano de conservación, que lo trasladó a un zoocriadero en Guárico.
Allí se reunió con otros cocodrilos del Orinoco y se convirtió en embajador de su especie.
Venezuela recibirá 21 crías del Caimán del Orinoco desde EEUU para preservar la especie
Daryl Richardson, propietario del Acuario Mundial de Dallas, adquirió a Juancho y Miranda para desarrollar un programa de reproducción.
Entre 2005 y 2008, la pareja produjo más de 120 crías, enviadas a Venezuela para reforzar poblaciones silvestres.
En 2020, una de esas crías fue recapturada con su propio nido, confirmando el éxito del proyecto.
Algunas descendencias también se enviaron a zoológicos de EE. UU., incluyendo Miami y Brownsville, asegurando la reproducción continua.
Juancho, a sus 45 años, sigue en excelente estado y protege a su nueva pareja, Dimitri, de 17 años.
Próximamente, 21 crías viajarán de Dallas a Venezuela para aclimatación en el Hato Masaguaral.
Expansión y cooperación global
Gracias a convenios internacionales, cocodrilos criollos han llegado a Dinamarca y Portugal para fomentar la reproducción y conservación.
El Zoológico de Cocodrilos de Dinamarca busca albergar todas las especies de cocodrilos y apoyar la recuperación de la especie.
En total, más de 12 mil caimanes del Orinoco han sido liberados en su hábitat natural tras décadas de trabajo.
Juancho, cocodrilo del Orinoco sobreviviente, demuestra que los programas de conservación pueden salvar especies y cruzar fronteras.
