Vaticano: víctimas de abusos aún sufren represalias. Las víctimas de abusos sexuales por parte del clero siguen enfrentando represalias de líderes de la Iglesia católica, según un informe del Vaticano.
Denuncias ignoradas y presiones
La Comisión Pontificia para la Protección de Menores publicó su segundo informe anual, señalando que la «resistencia cultural» y la «cultura del silencio» frenan la lucha contra la violencia en muchas diócesis.
Por primera vez, 40 víctimas participaron en la elaboración del documento. Algunas denunciaron presiones de responsables de la Iglesia, más de 20 años después de los primeros escándalos en Estados Unidos.
«Mi hermano era seminarista. El obispo dijo que mi denuncia podía comprometer su ordenación», relató una víctima. Otra recordó que su familia fue excomulgada públicamente tras presentar su denuncia.
Vaticano: víctimas de abusos aún sufren represalias
El informe, presentado al papa León XIV, subraya la necesidad de reparaciones: apoyo psicológico, disculpas públicas e indemnizaciones económicas. También recomienda comunicar públicamente los motivos de la destitución de un sacerdote.
Según monseñor Luis Manuel Alí Herrera, secretario de la comisión, «las víctimas no se sienten escuchadas ni acompañadas; a veces ni siquiera reciben respeto».
Críticas a Italia y otros países
Tras examinar casos en unos 20 países, el documento identifica tabúes culturales que dificultan la denuncia de abusos, desde Malta hasta Guinea. Italia, con fuerte vínculo al Vaticano, es criticada por su resistencia y colaboración limitada: solo 81 de 226 diócesis respondieron a cuestionarios de investigación.
Comisión y papado
Creada por Francisco en 2014 y reforzada en la Curia romana en 2022, la comisión busca garantizar avances en protección de menores. León XIV mostró interés temprano en la misión y recibió a sus miembros para evaluar progresos.
Monseñor Thibault Verny destacó la importancia de no actuar «constantemente a la defensiva» y reconocer que las acusaciones falsas existen, pero son muy pocas.
A pesar de medidas implementadas por Francisco hasta su fallecimiento en 2025, el secreto de confesión sigue impidiendo que muchos delitos sean denunciados a la justicia civil, salvo obligación legal.