Alberto News– Caracas, 18 de marzo de 2024. El 21 de marzo comienza en Brasil el juicio contra uno de los seis brasileños investigados en la planificación de un atentado de Hezbollah contra objetivos judíos en el país. El 16 de febrero, de hecho, la juez Raquel Vasconcelos Alves de Lima, del Tribunal Regional Federal de la 6ª Región, convirtió en reos a Lucas Passos Lima y al brasileño nacionalizado sirio Mohamad Khir Abdulmajid, este último buscado por la Interpol y prófugo probablemente en Líbano, junto con el otro artífice del plan terrorista descubierto por la Operación Trapiche, el libanés Haissam Houssim Diab. Esta operación fue llevada a cabo por la Policía Federal brasileña el pasado 8 de noviembre tras recibir un informe del servicio de inteligencia israelí Mossad y del FBI estadounidense.
La juez también anunció un desdoblamiento de la investigación, de modo que podrían abrirse nuevas pesquisas contra otras personas sospechosas de estar implicadas en el plan terrorista de Hezbollah. De hecho, las imágenes tomadas de uno de los teléfonos móviles incautados al comando terrorista no dejan lugar a dudas. Transmitidos durante Fantástico, el programa de televisión de la cadena Globo, los vídeos muestran los diversos viajes de reconocimiento realizados para preparar los atentados. En las imágenes de la sinagoga de Taguatinga, en el Distrito Federal donde se encuentra Brasilia, se oye a la persona que filma decir “Bingo”. Siguen los videos de la sinagoga de Aguas Claras, a unos seis kilómetros del primer objetivo. Estos son algunos de los ocho lugares entre Brasilia y el estado de Goiás que componían una lista precisa de objetivos encontrados por la policía. Para el comisario de la Policía Federal, Leopoldo Soares Lacerda, “fue sorprendente lo avanzado que estaba este plan”.
Según las investigaciones, el brasileño Luca Passos Lima viajó a Líbano al menos dos veces el año pasado para hablar con hombres de Hezbollah. Su último viaje terminó con su detención en el aeropuerto Guarulhos de San Pablo nada más desembarcar de Beirut. En su teléfono móvil, la policía encontró registros de búsquedas que había realizado en relación con la embajada israelí en Brasilia y con el rabino de la sinagoga Beit Jabad, también en Brasilia. En el celular de Passos Lima, la policía encontró también vídeos filmados en hoteles de Líbano donde elogiaba el lujo desenfrenado.
Sin embargo, detrás de la red de brasileños reclutados por Mohamad Khir Abdulmajid y Haissam Houssim Diab hay mucho más que un grupo de locales no convertidos al Islam, alejados de la ideología de Hezbollah y sólo interesados en el dinero. Lo que emerge es una peligrosísima arquitectura terrorista internacional que podría golpear de nuevo América Latina, como explica el detallado informe de Emanuele Ottolenghi, Senior Fellow del think tank de Washington, Foundation for Defense of Democracies. Titulado “Complot terrorista de Hezbollah en Brasil (“Hezbollah Terror Plot in Brazil” en inglés), el informe ha sido publicado por the International Institute for Counter-Terrorism (ICT) de la Universidad Reichman de Israel.
Entre los nuevos elementos descubiertos por Ottolenghi figuran las posibles conexiones de uno de los planificadores del plan de atentado, Haissam Houssim Diab, con el llamado Componente de Asuntos Empresariales de Hezbollah (Hezbollah Business Affairs Component, BAC en inglés). Se trata de un grupo especializado de la más conocida Organización de Seguridad Exterior (External Security Organization, ESO en inglés) de Hezbollah que se ocupa de atentados terroristas internacionales. El BAC se caracteriza por supervisar las operaciones de tráfico de drogas y blanqueo de dinero con el fin de financiar actividades terroristas, conseguir armas y apoyar a familias terroristas.
“Las pruebas sugieren que Diab podría ser plausiblemente un miembro de la BAC”, escribe Ottolenghi, que también añade que Diab “es claramente un simpatizante de Hezbollah: una de sus cuentas de Facebook muestra como telón de fondo una foto del difunto comandante de la ESO Mustafa Badreddine, cuñado de Imad Mughniyah (fundador de la BAC según la agencia antidroga estadounidense DEA). Diab tiene vínculos con el crimen y posiblemente con un blanqueador de dinero sancionado por el Tesoro estadounidense por ser un importante intermediario del ‘dinero sucio de Hezbollah”.
Ottolenghi revela en su informe que pudo analizar el contenido del teléfono de Diab. De hecho, el hombre se encontraba en el domicilio de un narcotraficante libanés de poca monta, Akram Abed Ali Kachmar, en Ciudad del Este (Paraguay), durante una redada policial en 2017. Kachmar pertenecía a la red de Ali Issa Chamas, narcotraficante y financista de Hezbollah actualmente preso en Paraguay tras un encarcelamiento de 42 meses en Estados Unidos. Diab no fue detenido en ese momento, pero se incautó de su teléfono. Ottolenghi descubrió así que los contactos telefónicos de Diab conducían a “Hassan Chams Exchange”. Puede que sea una coincidencia, escribe Ottolenghi, “pero Haissam Diab es de Chtaura, en el valle de Beqaa. No se sabría mucho de este pintoresco pueblo de montaña cerca de la frontera siria si no fuera porque Chtaura alberga varias casas de cambio, entre ellas una llamada Chams Exchange. El Tesoro estadounidense la sancionó en 2019 por transferir “dinero desde y hacia Australia, Colombia, Italia, Líbano, Países Bajos, España, Venezuela, Francia, Brasil y Estados Unidos como parte de sus actividades de blanqueo de dinero procedente del narcotráfico”.
Ottolenghi también descubrió que los registros del Ministerio de Justicia libanés muestran que otra casa de cambio situada en el mismo edificio del Chams Exchange pertenece al tío de Diab. Por no hablar de otro contacto que aparece en su teléfono, el de Sobhi Fayad, un financiero de Hezbollah afincado en la Triple Frontera (TBA) entre Brasil, Argentina y Paraguay que fue sancionado por el Tesoro de EEUU en 2006. “Sobre la base de estas conexiones, Diab, al igual que otros libaneses establecidos en la TBA, podría muy bien ser un transmisor de dinero para Hezbollah, ayudando a mover el dinero de la droga de sus contactos de traficantes a las casas de cambio que han estado apoyand o losesfuerzos de Hezbollah para el blanqueo de dinero de la droga por años”, escribe Emanuele Ottolenghi en su informe.
Los documentos de la Policía Federal no solo confirman que el hermano de Haissam Houssim Diab, Hicham Hussein Diab, es miembro del Centro Islámico Shia de Brasilia (CCBIB), sino también revelan comunicaciones entre el otro cerebro del complot terrorista, Mohamad Khir Abdulmajid, y un brasileño, Sayid Marcos Ténorio, convertido al Islam en 2007. Según revelan los documentos policiales Sayid y Abdulmajid mantuvieron numerosos intercambios de mensajes de Whatsapp en 2018 con el objetivo de abrir un “centro islámico” en Brasilia, vinculado al CCBIB según los investigadores. Ambos se llamaban “hermanos” en los mensajes de texto. El militante del Partido Comunista de Brasil (PCdoB) y vicepresidente del Instituto Brasil-Palestina (Ibraspal) Sayid Marcos Tenório en el gobierno de Dilma Rousseff fue jefe de gabinete de la Subsecretaría de Desarrollo Sostenible de la Secretaría de Asuntos Estratégicos de la Presidencia de la República. Tenório ha estado en el centro de una polémica inmediatamente después del 7 de octubre por una declaración ultrajante contra una mujer israelí secuestrada por Hamás y por publicar comentarios antisemitas en sus redes sociales. Por ello, fue exonerado de su trabajo en la Comisión de Defensa de los Derechos de las Personas con Discapacidad de la Cámara de Diputados brasileña.
En el libro titulado “Hugo Chávez, el espectro”, publicado en 2018, el periodista de investigación brasileño Leonardo Coutinho habla de Ténorio en relación con el libanés Khalil Najib Karam. Lo califica como “uno de los amigos más cercanos de Karam”. “A pesar de que el hijo (de Ténorio) era el abogado de Khalil Karam, Ténorio juró que no sabía nada del pasado de su amigo, con quien fue fotografiado nadando en Brasilia o en Venezuela, cuando fueron fotografiados juntos en Caracas”, escribe Coutinho. Pero, ¿quién es Khalil Najib Karam?
Con información de Infobae