Un grito de esperanza desde Bachaquero: la historia de Alexander Flores Camacho. En el corazón de Bachaquero, municipio Valmore Rodríguez, Zulia, una imagen simple ha trascendido fronteras y conmovido a miles. Alexander Flores Camacho, un joven de 24 años, se ha convertido en el rostro de la resiliencia venezolana, no por grandes gestas, sino por un gesto de profunda fe y amor paternal.
Un video publicado en redes sociales lo muestra junto a su pequeño hijo, frente a su recién inaugurado puesto de comida rápida. El local, vacío de clientes, irradiaba una esperanza palpable gracias a la frase que Alexander escribió: «Todo algún día valdrá la pena, hijo».

Este conmovedor mensaje resonó en el alma de artistas, vecinos y personas más allá de las fronteras venezolanas, convirtiendo a Alexander en un fenómeno viral con ya más de 2 millones de reproduccion y cientos de miles de ‘me gustas’. «Soy un muchacho joven trabajador que muero por salir adelante, muero por sacar a mis hijos a un mejor futuro. Es algo que siempre soñé desde chiquitico, es algo que me explicaron mis padres», comparte Alexander, cuya voz transmite la determinación de quien ha enfrentado la adversidad de frente.
Un grito de esperanza desde Bachaquero: la historia de Alexander Flores Camacho
Su puesto de comida rápida lleva un nombre que evoca un pasado doloroso y un futuro anhelado: «El Paso Texas». Este nombre es un tributo a un viaje que nunca se concretó, un viaje a Estados Unidos que Alexander rechazó hace seis años y medio, en 2019, tras la trágica muerte de su padre. «Logré rechazar ese viaje, me regresé porque mi papá se complicó por una enfermedad y a los pocos días murió. Luego de eso, mi mamá se fue a Estados Unidos y me tocó a mí seguir la racha», relata, explicando la compleja cadena de eventos que lo anclaron a su tierra.

Alexander Miguel Flores Camacho, emprendedor y habitante de Valmore Rodríguez, lleva consigo el legado de su padre y la inspiración de su familia. «El mensaje bonito que quisiera darle en parte de agradecimiento es a mi padre que no está aquí en este momento», dice, honrando la memoria de quien le inculcó los valores del trabajo y la perseverancia.
De igual modo, agradeció a cada persona que ha compartido o le ha dejado un mensaje de aliento en estos tiempos de angustia y de necesidad para muchos. Sin embargo, el joven zuliano de nacimiento y caroreño de corazón, exalta la buena voluntad de quienes han visto de video de forma positiva el material audiovisual. «Me gustan las redes, pero nunca me imaginé que un día me pararía que que todo cambiara para bien. De verdad, gracias a todos», enfatizó.

Su historia es un recordatorio potente de que la verdadera riqueza reside en la fe, la familia y la inquebrantable voluntad de seguir adelante, un mensaje que resuena no solo en Bachaquero, sino en cada rincón donde la esperanza se aferra a un mañana mejor.
