20 Minutos – Caracas, 21 de julio de 2024. Dicen que cuanto más tiempo pasas con una persona, más te acabas pareciendo a ella, pero … ¿qué pasa si con quién más momentos compartes es con tu perro? Algunos aseguran que ocurre exactamente lo mismo y para probarlo creen que solo hace falta bajar al parque y observar un poco a las parejas de dueños y perros. Ahora, una científica de Reino Unido revela toda la verdad sobre esta teoría.
“Si bien no es un fenómeno universal entre todos los dueños y perros, hay cierta evidencia de que los perros de raza pura y sus dueños tienden a parecerse entre sí en algún nivel”, explica a Live Science Katrina Holland, investigadora del equipo de comportamiento humano de Dogs Trust, una organización benéfica de bienestar animal.
Varios estudios han revelado que las personas pueden adivinar el perro que tiene otra persona con fotos sin nunca antes haberlos visto juntos. Las decisiones de los participantes en el experimento probaron que hacían las parejas basándose en varios factores, entre los que se encontraba la apariencia física.
Los investigadores mostraron a los participantes varias parejas de perros y dueños reales y falsos mientras ocultaban diferentes partes de los rasgos faciales de los perros y los dueños. Los participantes tuvieron el mismo éxito en la coincidencia viendo tan solo la región de los ojos. No obstante, en pruebas posteriores en las que se tapaban los ojos, la tasa de éxito de los participantes se redujo al 50%.
En 2004, otro estudio reveló que el tiempo que una persona había tenido a su perro no era un factor determinante para que terminasen pareciéndose, ya que se mostraron imágenes de parejas de perros y dueños que llevaban poco tiempo juntos. Este experimento demostró que, desde un principio, las personas escogían como mascotas a los perros que más se parecían a ellos.
“Alternativamente, puede ser que prefiramos perros que se parecen un poco a nosotros debido al ‘efecto de mera exposición’, en el cual las personas prefieren elementos familiares sobre aquellos que no han visto antes o que ven con menos frecuencia”, afirma Holland.
Algo similar pasa con la música, puede ser que en un primer momento no nos guste una canción, pero al estar escuchándola una y otra vez en la radio terminamos cogiéndole el gusto y cantándola. Las personas ven su cara constantemente y esto les lleva a preferir caras que se parecen a la suya, incluso si hablamos de perros.
Pero estos parecidos van mucho más allá del físico. “Los resultados de un estudio reciente indican que los perros y sus dueños se parecen en las ‘ cinco grandes ‘ dimensiones de la personalidad: extroversión, amabilidad, apertura, escrupulosidad y neuroticismo”, añade la experta.
No obstante, hay que recordar que hay muchas cosas que valorar antes de escoger una mascota más allá de si se parece a nosotros o no. “Tomarse el tiempo para considerar detenidamente todos los aspectos de tener un perro y estar preparado le ayudará a establecer una relación duradera y exitosa con su nuevo perro”, concluye Holland.