Redadas migratorias en Chicago desatan protestas y denuncias por uso de gas lacrimógeno. Las redadas migratorias del gobierno de Donald Trump llegaron esta semana a los principales barrios mexicanos de Chicago, en el marco de la “Operación Midway Blitz”, una campaña que ha provocado rechazo en comunidades locales y líderes religiosos.
El arzobispo de Chicago, cardenal Blase Cupich, difundió un mensaje en inglés y español pidiendo respeto a la dignidad de los migrantes. “Familias están siendo destrozadas, niños se quedan con miedo, y comunidades son sacudidas por las redadas y detenciones de inmigración. Estas acciones hieren el alma de nuestra ciudad”, expresó.
Durante los operativos en La Villita y Cícero, agentes federales arrestaron al menos a seis personas, entre ellas un joven estadounidense de 16 años. Testigos denunciaron que los agentes usaron gas lacrimógeno en zonas residenciales sin advertencia previa.
Un expediente judicial en curso acusa al comandante de la Patrulla Fronteriza, Gregory Bovino, de violar una orden federal que limita el uso de gas contra manifestantes y periodistas. Imágenes incluidas en la denuncia lo muestran lanzando una lata de gas durante las protestas.
Redadas migratorias en Chicago desatan protestas y denuncias por uso de gas lacrimógeno
El concejal Byron Sigcho-López y el congresista Jesús “Chuy” García condenaron las redadas, calificando la operación como “fallida y violenta”. García señaló que las comunidades latinas “no tolerarán la intimidación ni el abuso”.
Desde el inicio de la Operación Midway Blitz, las autoridades federales han utilizado gas lacrimógeno al menos en cuatro ocasiones en Chicago, intensificando la tensión en una ciudad que se declara santuario y se niega a colaborar con las políticas migratorias federales.
El debate sobre la legalidad y la ética de los operativos continúa creciendo, mientras los líderes locales exigen transparencia y respeto a los derechos humanos de los migrantes y residentes.
