Valencia, 4 de noviembre de 2025-. Murió trabajador que quedó atrapado en los escombros de torre medieval en Roma. El trabajador rumano Octav Stroici, de 66 años, falleció anoche tras ser rescatado del derrumbe parcial de la Torre dei Conti, en el centro histórico de Roma.
Stroici permaneció atrapado durante 11 horas, hasta que fue hallado con vida por los bomberos a las 22:36. Recibió maniobras de reanimación en el lugar y fue trasladado al hospital Umberto I, donde ingresó a cuidados intensivos y falleció poco después.
El accidente ocurrió mientras se realizaban trabajos de restauración en el edificio medieval, considerado uno de los símbolos arquitectónicos más importantes de la capital italiana.
Murió trabajador que quedó atrapado en los escombros de torre medieval en Roma
El derrumbe inicial se produjo a las 11:20 de la mañana, dejando atrapados a cinco obreros. Cuatro de ellos fueron rescatados con rapidez, pero Stroici quedó sepultado bajo los restos del edificio.
Durante las labores de rescate, alrededor de una hora y media después, se registró un segundo colapso que complicó las operaciones, aunque ningún bombero resultó herido.
Las autoridades locales informaron que las maniobras se realizaron con extrema precaución ante el riesgo de nuevos desprendimientos.
Reacciones y apertura de investigación
“Mis pensamientos están con la víctima y su familia, sus compañeros y todos sus seres queridos”, expresó el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri.
Por su parte, la primera ministra Giorgia Meloni manifestó sus condolencias en redes sociales: “Acompañamos en el sentimiento a su familia y compañeros en este momento de indescriptible sufrimiento”.
La Fiscalía de Roma abrió una investigación por homicidio involuntario y lesiones personales, y ordenó acordonar toda la zona afectada.
Un edificio histórico en restauración
La Torre dei Conti, ubicada frente a los Foros Imperiales, fue construida en el siglo XIII como residencia fortificada de familias nobles.
Desde 2006, el edificio estaba sin uso ni mantenimiento, lo que motivó un proyecto de restauración impulsado por el Ayuntamiento de Roma y la Superintendencia de Patrimonio Cultural.
