Banca y Negocios– Caracas, 6 de febrero de 2024. La vicesecretaria general de la ONU, Amina Mohammed, pidió una reforma de la arquitectura financiera internacional que tenga en cuenta a los países de renta media y revisar las clasificaciones de progreso para incluir más factores que el PIB.
Mohammed participó en la apertura de la Conferencia Ministerial de Alto Nivel de Países de Renta Media que se celebra en Rabat con la participación de 32 países y 23 agencias de desarrollo de la ONU, bajo el tema «Soluciones a los retos del desarrollo de los países de renta media en un mundo en mutación».
La vicesecretaria general destacó que mientras los países desarrollados han podido ayudar a sus poblaciones tras la pandemia, otros de rentas más bajas siguen siendo más dependientes del sistema internacional.
Los países de renta media, indicó, representan un tercio del PIB global, pero también acaparan el 62 % de la pobreza mundial, después de una pandemia que ha «echado atrás con décadas de logros».
Mohammed recordó que este grupo de países encara una «emergencia climática que para algunos amenaza su propia existencia», se enfrenta a una carga de deuda importante y «muchos no pueden encontrar el espacio fiscal para la sostenibilidad económica».
Por ello, la vocera de la ONU puso sobre la mesa tres demandas a la comunidad internacional: aumentar las inversiones en desarrollo para estos países, reformar la arquitectura financiera internacional incluyendo a las naciones de renta media y revisar las clasificaciones de progreso para tener en cuenta más factores que el PIB.
ONU aspira acelerar el progreso
Durante la apertura también habló la presidenta de la Sesión 2024 del Consejo Económico y Social (ECOSOC) de la ONU, la chilena Paula Narváez Ojeda, quien destaco la «misión conjunta de acelerar el progreso teniendo en cuenta las prioridades de desarrollo de los países de renta media».
También el ministro marroquí de Exteriores, Naser Burita, para quien estos países se enfrentan a «las crisis en cascada que se han producido en los últimos años».
Burita llamó a una «equidad real» y a prestar atención a estos países: 108 naciones que acogen el 75 % de la población mundial y son «la clase media de la sociedad internacional».
Los países de renta media, dijo, se enfrentan a retos estructurales como pasar de «un modelo dependiente de la mano de obra barata a otro de mejora de la productividad».
Su acceso a la financiación internacional es, afirmó, «cada vez más difícil», por lo que instó a la «reposicionar la cooperación internacional al desarrollo para que responda a las prioridades nacionales».