Imágenes satelitales revelan nueva instalación nuclear subterránea en Irán tras ataques de EE.UU. El CSIS advierte que Teherán amplía su programa atómico pese al daño causado en Fordow, Natanz e Isfahán
El régimen iraní está desarrollando obras en una instalación nuclear subterránea distinta de las tres que fueron atacadas por Estados Unidos e Israel en junio, según un análisis del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) basado en imágenes satelitales recientes.
El estudio revela que las fotografías tomadas entre el 30 de junio y el 30 de septiembre muestran construcciones activas en una zona montañosa situada a 1,5 kilómetros al sur del complejo de Natanz, uno de los principales centros de enriquecimiento de uranio de Irán.
Las imágenes muestran la construcción de un muro de seguridad, ampliaciones en los accesos al búnker y movimientos de tierra que sugieren excavaciones adicionales a gran profundidad.
Imágenes satelitales revelan nueva instalación nuclear subterránea en Irán tras ataques de EE.UU.
El CSIS considera que la actividad resulta “altamente sospechosa” y plantea tres posibles escenarios:
- Que Irán esté construyendo una planta de ensamblaje de centrifugadoras de uranio.
- Que el régimen haya trasladado actividades metalúrgicas destruidas en los ataques a Isfahán.
- Que se trate de una instalación clandestina de enriquecimiento para procesar las reservas iraníes de uranio enriquecido al 60%, que rondan los 400 kilos.
Preocupación internacional
El informe advierte que, aunque la operación “Martillo de Medianoche” destruyó zonas clave de Fordow, Natanz e Isfahán, Irán ha mantenido su programa nuclear en marcha, adaptándolo para resistir futuras incursiones.
El CSIS alerta de que estas obras aumentan el riesgo de proliferación nuclear en un momento en que Teherán limita las inspecciones del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y amenaza con abandonar el Tratado de No Proliferación (TNP).
“Opacidad estratégica y caos operativo”
El organismo concluye que el programa nuclear iraní “está cada vez más definido por la opacidad estratégica, el caos operativo y una cultura interna de miedo”, lo que complica la posibilidad de un control efectivo por parte de la comunidad internacional.
Fuentes: Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), Washington Post, Reuters, EFE.
