Estados Unidos evalúa su rol en conflicto entre Israel e Irán. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió en la Sala de Crisis con su equipo de seguridad nacional. Según un funcionario de la Casa Blanca, la cita respondió a la creciente tensión en Medio Oriente. En concreto, el mandatario analiza si Washington debe involucrarse más en el conflicto entre Israel e Irán.
Ayer, Trump abandonó anticipadamente la cumbre del G7 en Canadá para regresar a Washington. El movimiento evidenció la urgencia del asunto. En paralelo, Israel solicitó a Estados Unidos una “postura puramente defensiva”. Así lo expresó el embajador israelí en EE. UU., Yechiel Leiter, en declaraciones a CNN.
El escenario se complica. Más de 30 aviones cisterna estadounidenses fueron desplegados en la región en los últimos días. Dos fuentes familiarizadas con el operativo señalaron que el objetivo sería apoyar logísticamente a los aviones de combate israelíes. De concretarse, el apoyo permitiría a estos aparatos reabastecerse de combustible en vuelo durante ataques sobre territorio iraní.
Estados Unidos evalúa su rol en conflicto entre Israel e Irán
La posibilidad de una intervención directa de Estados Unidos genera inquietud en varios frentes diplomáticos. Sin embargo, Washington insiste en que cualquier acción buscará evitar una escalada mayor. Analistas internacionales consideran que, si bien la postura oficial es de contención, la presencia militar es significativa.
Aún no hay una decisión definitiva. Trump mantiene reuniones constantes con su gabinete y aliados estratégicos. El Congreso, por su parte, ha pedido ser informado antes de cualquier medida que implique despliegue militar.
Aunque el Pentágono no ha emitido declaraciones, el aumento de actividad aérea y el tono de las comunicaciones sugieren que Estados Unidos se prepara para múltiples escenarios.