El cometa interestelar 3I/ATLAS sorprende a astrónomos por su rareza y composición. Un cometa interestelar que ingresó brevemente a nuestro sistema solar este año ha captado la atención de astrónomos en todo el mundo. Se trata del cometa 3I/ATLAS, el tercer objeto proveniente de fuera del sistema solar detectado por la humanidad, según confirmó la NASA.
El cometa fue descubierto el 1 de julio de 2025 por el telescopio del proyecto Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System (ATLAS), financiado por la agencia espacial estadounidense y ubicado en Río Hurtado, Chile. Sin embargo, registros anteriores revelan que el objeto ya había sido observado el 14 de junio.
De acuerdo con observaciones del telescopio espacial Hubble, el núcleo del cometa mide entre 440 metros y 5,6 kilómetros de diámetro. Los científicos han determinado que está compuesto principalmente de hielo y rodeado por una nube brillante de gas y polvo conocida como coma.
El cometa interestelar 3I/ATLAS sorprende a astrónomos por su rareza y composición
A medida que el cometa se acerca al Sol, el calor hace que parte de su hielo se vaporice, creando la característica cola visible de estos cuerpos celestes. Los astrónomos creen que 3I/ATLAS podría ser más antiguo que el propio sistema solar, formado hace miles de millones de años en otro rincón de la galaxia.
El prefijo “3I” indica que es el tercer objeto interestelar identificado, siguiendo a 1I/‘Oumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019). Su nombre también honra al sistema ATLAS, responsable de su hallazgo.
El cometa viaja a unos 220.000 kilómetros por hora y sigue una trayectoria hiperbólica, lo que confirma que no orbita alrededor del Sol y que continuará su viaje hacia el espacio interestelar. La NASA precisó que no representa peligro alguno para la Tierra, ya que su distancia mínima será de 270 millones de kilómetros.
El 3I/ATLAS alcanzará su punto más cercano al Sol el 30 de octubre, dentro de la órbita de Marte, y volverá a verse al otro lado del astro en diciembre, aunque solo mediante telescopios.
El interés científico creció cuando los astrónomos detectaron átomos de níquel en forma de vapor a una distancia muy lejana del Sol, donde las temperaturas son extremadamente bajas. Este hallazgo ha desconcertado a los expertos, que ahora investigan cómo pudo vaporizarse un metal tan pesado en condiciones tan frías.
Los investigadores sospechan que el níquel podría estar combinado con monóxido de carbono u otros compuestos orgánicos, que permitirían su liberación a temperaturas mucho menores de lo habitual. Este descubrimiento convierte al 3I/ATLAS en una auténtica cápsula del tiempo cósmica, capaz de revelar pistas sobre la formación de sistemas estelares más allá del nuestro.
Con información de NASA y Yahoo en Español.
