El Caribe necesita coordinación, inversión y reglas claras. David Vivas Eugui, asesor jurídico principal de la UNCTAD, advierte que el Caribe enfrenta serios desafíos para consolidar una economía oceánica sostenible. Pese a su riqueza marina, la región no aprovecha de forma eficiente su potencial en áreas como turismo, pesca, transporte marítimo y biotecnología azul.
Uno de los problemas centrales es la falta de infraestructura y financiamiento. Según Vivas Eugui, los países del Caribe necesitan inversiones en energías renovables, puertos, tratamiento de residuos y tecnología para investigación oceánica. También se requiere formación técnica para aprovechar los recursos de forma sostenible.
“La economía azul es una oportunidad para diversificar las economías del Caribe, que dependen en gran medida del turismo”, explicó. Sin embargo, avanzar requiere una mejor gobernanza. Hoy existen demasiadas normas dispersas, con escasa coordinación regional y mecanismos de cumplimiento limitados.
El Caribe necesita coordinación, inversión y reglas claras
La UNCTAD trabaja en mejorar el acceso a financiamiento climático y en fortalecer la gobernanza oceánica. Además, impulsa mecanismos de cooperación Sur-Sur, promoviendo la transferencia de tecnología y conocimientos entre países en desarrollo.
Vivas Eugui destacó el rol clave del sector privado. “Sin su participación, no hay forma de escalar proyectos sostenibles. Pero necesita marcos regulatorios claros y estabilidad jurídica”, sostuvo.
Finalmente, recordó que una economía oceánica sostenible no solo protege la biodiversidad marina. También garantiza medios de vida, seguridad alimentaria y resiliencia ante el cambio climático. Para ello, es urgente alinear políticas económicas, ambientales y sociales.
La región aún tiene tiempo para actuar, pero se requiere decisión política, alianzas público-privadas y una visión compartida. De lo contrario, el deterioro ambiental y la desigualdad seguirán profundizándose.
Con información de Versión Final