EE. UU. desmantela red de 100.000 tarjetas SIM antes de la ONU. El Servicio Secreto de Estados Unidos anunció este martes el desmantelamiento de una red de más de 100.000 tarjetas SIM que podría haber colapsado la infraestructura de telecomunicaciones en Nueva York.
La operación se produjo días antes de la apertura de la Asamblea General de la ONU en la ciudad, donde se esperaba la llegada de jefes de Estado, delegaciones y altos funcionarios de 193 países.
Potencial de ataque
Según el comunicado oficial, las tarjetas SIM no solo permitían realizar amenazas telefónicas anónimas, sino que también podían ser usadas para ataques más sofisticados.
Entre los riesgos identificados se encuentra la desactivación de torres de telefonía móvil, lo que posibilita interrupciones en la red, ataques de denegación de servicio y comunicaciones anónimas o encriptadas entre actores amenazantes y organizaciones criminales.
Coordinación interinstitucional
El Servicio Secreto destacó la colaboración con agencias de inteligencia y operadores de telecomunicaciones locales. El operativo buscó impedir que las tarjetas SIM fueran distribuidas y utilizadas en la capital financiera de Estados Unidos.
El portavoz de la agencia señaló que este tipo de amenazas demuestra “la sofisticación creciente de actores que buscan comprometer la infraestructura crítica y el orden público mediante herramientas tecnológicas simples pero efectivas”.
Seguridad ante eventos internacionales
Con la Asamblea General como telón de fondo, las autoridades reforzaron la vigilancia en la ciudad, incluyendo redes de comunicaciones, transporte y puntos estratégicos de control.
Especialistas en seguridad cibernética consultados por medios estadounidenses advirtieron que redes como esta podrían facilitar fraudes, chantajes y sabotajes a empresas, así como complicar la respuesta de emergencia ante eventos masivos.
El desmantelamiento de la red de tarjetas SIM refleja la importancia de la coordinación entre agencias y la necesidad de monitorear constantemente las amenazas a infraestructuras críticas, especialmente en ciudades con alto valor diplomático y económico como Nueva York.