Valencia, 19 de septiembre de 2025-. Dueño de la «casita» del concierto demanda a Bad Bunny. Román Carrasco Delgado, un puertorriqueño de 84 años, asegura haber sido engañado al prestar su vivienda en Humacao.
La propiedad fue usada para la filmación del cortometraje Debí tirar más fotos, sin que él comprendiera su alcance comercial.
Según la demanda, el viudo solo recibió 5.200 dólares por ceder la casa, hoy convertida en la icónica “casita” de Bad Bunny.
El hombre, representado por el abogado Juan R. Dávila, presentó la demanda el 17 de septiembre en San Juan.
Los demandados son Benito Antonio Martínez Ocasio (Bad Bunny), Rimas Entertainment, Move Concerts y A1 Productions.
Carrasco alega que no sabe leer ni escribir y que firmó documentos en un teléfono sin recibir copia física.
Dueño de la «casita» del concierto demanda a Bad Bunny
La vivienda fue utilizada en noviembre de 2024 bajo el pretexto de grabar un cortometraje.
En enero de 2025, tras el estreno de la producción, comenzó la fiebre de los fanáticos por visitar la llamada “casita”.
Con el tiempo, se lanzaron réplicas y mercancía con su imagen, sin que Carrasco recibiera nuevas compensaciones.
En julio de 2025, durante la residencia de conciertos No me quiero ir de aquí, se presentó una réplica de la casa.
Ese hecho, junto con la venta masiva de artículos, motivó al demandante a exigir 5 millones de dólares por explotación comercial.
Además, pide un millón adicional por daños emocionales y pérdida de privacidad.
Antecedentes legales del artista
Demanda millonaria por la casita de Bad Bunny no es el primer proceso legal que enfrenta el intérprete puertorriqueño.
En 2023, su expareja Carliz de la Cruz lo demandó por usar sin permiso su voz en varias canciones y conciertos.
El tribunal le otorgó una compensación de 40 millones de dólares, tras reconocer la utilización no autorizada de la grabación.
El caso de Carrasco reabre el debate sobre la explotación de la imagen y el uso de propiedades sin contratos claros.