Valencia, 9 de octubre de 2025-. Cabello criticó llamado de la CEV para la liberación de los presos políticos. El ministro del Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, criticó este miércoles a la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) por su pronunciamiento sobre la liberación de los presos políticos.
El mensaje de la Iglesia coincidió con los preparativos para las canonizaciones del médico José Gregorio Hernández y la religiosa Carmen Rendiles, previstas para el 19 de octubre.
Durante su programa transmitido por Venezolana de Televisión (VTV), Cabello acusó a la CEV de “usar una causa religiosa” con fines políticos.
“Están buscando provecho político de algo que tiene que ver con la fe y el deseo del pueblo”, expresó el funcionario.
Cabello criticó llamado de la CEV para la liberación de los presos políticos
La CEV publicó el martes un comunicado en el que pidió al Estado medidas de gracia que permitan liberar a los encarcelados por razones políticas.
Según el texto, esta acción favorecería la tranquilidad de los familiares y contribuiría a la armonía nacional.
Para la Iglesia, la canonización de los beatos representa una oportunidad para promover la reconciliación en el país.
Sin embargo, Cabello respondió con dureza y preguntó por qué la Conferencia Episcopal no ha condenado “los ataques de Estados Unidos a pescadores venezolanos” ni el fin del programa de protección migratoria (TPS) en ese país.
Cuestionamientos a Estados Unidos
Cabello también criticó a la CEV por no pronunciarse sobre “las agresiones” contra Venezuela.
“¿Por qué no hacen ni una misita por los asesinados por el imperialismo?”, señaló, en alusión a los ataques de buques estadounidenses en el Caribe.
Según autoridades norteamericanas, al menos veintiún personas han muerto en esas operaciones, en las que participan ocho buques de guerra y un submarino nuclear.
Washington sostiene que el despliegue busca frenar el narcotráfico, pero Caracas considera que se trata de una amenaza militar.
El Gobierno venezolano denuncia que esas acciones buscan propiciar un cambio político e imponer un “gobierno títere” para controlar el petróleo del país.