EE.UU. despliega bombarderos B-52 cerca de Venezuela en una muestra de poder. Tres bombarderos B-52 estadounidenses despegaron de la Base Aérea Barksdale, Luisiana, y sobrevolaron la costa venezolana, cerca de Maiquetía, en el marco del mayor despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe en décadas.
Expertos señalan que la misión busca enviar un mensaje directo al presidente venezolano, Nicolás Maduro, mostrando capacidad de despliegue y poder militar. Este despliegue forma parte de un operativo que incluye unos 10.000 soldados, ocho buques de guerra, un submarino nuclear y aviones F-35, además de drones MQ-9 Reaper, aviones espía P-8 Poseidon y helicópteros de ataque.
Las fuerzas estadounidenses también han reabierto la base naval de Roosevelt Roads en Puerto Rico, utilizada por primera vez desde 2004, y cuentan con un buque comercial reacondicionado como centro de mando flotante de operaciones especiales.
EE.UU. despliega bombarderos B-52 cerca de Venezuela en una muestra de poder
Analistas y exfuncionarios destacan que la operación combina lucha contra el narcotráfico con presión sobre Maduro, sin constituir una fuerza suficiente para una invasión a gran escala. La presencia militar permite recopilar inteligencia, realizar vigilancia, ataques limitados y operaciones especiales, aunque no asegura un cambio de gobierno por la fuerza.
Expertos coinciden en que cualquier acción directa sobre infraestructura energética o producción petrolera sería un alto riesgo, y advierten que mantener fuerzas en el Caribe afecta la capacidad de Estados Unidos para concentrar recursos en otras regiones estratégicas, como el Indo-Pacífico.
El despliegue refleja una estrategia de proyección de poder con flexibilidad operativa, buscando enviar señales políticas y militares sin recurrir a una invasión terrestre completa.