Caraota Digital – Valencia, 10 de octubre de 2024-. Daniela Lugo Hurtado, una migrante venezolana en Tampa, contó cómo se vivió el paso del huracán Milton desde una de las pocas zonas en las que no dieron orden de evacuación.
«Amaneció como si nada hubiese pasado. Fueron momentos demasiado estresantes. Nosotros no evacuamos porque nuestra zona era de ‘no evacuación’. Gracias a Dios estamos en el medio de la ciudad de Clearwater en la bahía de Tampa, muy cerca de la costa, pero las autoridades fueron muy claras que había zonas de no evacuación y que estábamos protegidos», señaló en entrevista para VPI.
«Hasta ahora estamos sin luz, tengo poca pila, me pude conectar, pero tengo familiares que tuvieron que evacuar porque la situación estaba muy peligrosa», explicó.
«El impacto en las zonas costeras es terrible, devastador. No hay paso, no podemos salir. Nos han enviado mensajes de que no podemos salir de nuestra zona, porque hay muchos escombros, hay muchas inundaciones todavía. Nosotros estamos en la cima, por eso estamos a salvo, pero las partes que están por debajo, cerca de la costa están tapeadas, inundadas, árboles caídos, sin luz, riesgos eléctricos», prosiguió.
Asimismo, recordó que aún estaban en proceso de recuperación de los huracanes anteriores. «El día anterior de la llegada de Milton vinieron autoridades a recoger todos los escombros que había dejado el huracán anterior, la verdad fue una limpieza bastante fuerte».
«No sé como está la situación afuera, se escuchan alarmas, sirenas, pero no podemos salir de aquí porque hay una especie de toque de queda. Las alarmas son desesperantes, sin embargo, mantuvimos la calma, pero hay gente llorando y asustada porque perdieron sus casas», comentó.
NO HAY LUZ TRAS MILTON
De igual forma, la venezolana María Fernanda Núñez, quien reside en Sarasota desde hace aproximadamente 12 años, señaló que no tienen luz y se han enterado de información por la radio.
«Hasta este momento no tenemos luz. Antes de que tocara tierra había mucho viento y lluvia, se oía muy fuerte. Todo lo que sabíamos era por radio porque no había luz ni internet. En el ojo del huracán hubo una calma, y duró media hora. Luego vino la cola del huracán y fue mucho más fuerte. Hay árboles caídos, las defensas blancas de las casas volaron», dijo a VPI.
«Mucha gente que quizás no estaba cerca del mar fueron evacuados por los lagos porque también suben y se desbordan y sabemos que los cocodrilos salen», comentó.
Resaltó que siempre les llegaron alarmas de emergencias a los teléfonos. «Nos indicaron las zonas a evacuar y que no saliéramos. Aquí la gente se preparó y se resguardaron», expresó.
Con información de Caraota Digital.