Vandal Random – Caracas, 25 de diciembre de 2022. Netflix lo advirtió: las cuentas compartidas iban a terminar pronto. Su medida comenzó en otros países, con sistemas que evitaban que los usuarios cedieran sus contraseñas o perfiles a otras personas, ya fuesen familiares y amigos, en una nueva política que también llegará a España. Ahora, mientras la plataforma prueba modelos económicos con publicidad y le pone ojos a posibles compradores, se confirma que el final de las cuentas compartidas está más cerca que nunca y llegará durante los primeros meses de 2023.
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Netflix abordó hace unos meses la posibilidad de impedir que los usuarios compartieran cuentas. La plataforma quiere ingresos, pero los abonados se oponen y niegan pagar más por perfiles individuales, generando un debate que sigue vigente a día de hoy. El objetivo de la plataforma no es otro que evitar que la gente comparta su cuenta con personas ajenas al hogar familiar. Según cálculos, al menos el 54% de las cuentas en España son compartidas, un número muy alto para la plataforma.
Tras atravesar un 2022 bastante traumático, con pérdidas de abonados durante los primeros trimestres, Netflix anunció que cerca de 100 millones de usuarios estaban disfrutando de sus películas y series sin pagar nada. ¿Cómo? Estaban accediendo a la plataforma a través de la cuenta de un amigo o un familiar ajeno al hogar principal, disfrutando de un servicio por el que podrían abonar una pequeña cuantía. Según The Wall Street Journal, Netflix sopesó otros cambios antes de tomar la decisión de eliminar este tipo de uso, como el pago por visión, pero se dieron cuenta de que generaría más enfado entre los usuarios. La plataforma remarca que ahora se encargará de monitorizará la ubicación de los dispositivos desde los que se accede a una cuenta de Netflix, avisando de que, si se superan las conexiones fuera del hogar, la plataforma empezará a enviar correos por si se necesita abrir un nuevo perfil.
Es un cambio gradual. Netflix sabe que no puede prohibirlas de la noche a la mañana, y que su política de tolerancia a este tipo de cuentas y usuarios debe ser progresiva. Queda por ver cómo se tomarán esos 100 millones de cuentas fantasma la medida y cuántos deciden abonarse por su cuenta. Cuando los cambios entren en vigor, todos lo usuarios que estén usando una misma cuenta y que no residan o vivan con el propietario, podrán migrar su perfil a una cuenta propia o convertirse en un miembro adicional del plan, asumiendo el incremento de precio que ello significa. Es un movimiento arriesgado.