El retroceso educativo se ha vuelto un sacudón para toda la comunidad educativa y, en el 2022 la vida siguió cambiando para los educadores venezolanos, porque ellos expresan un deterioro de la vida, desde aspectos como su desarrollo profesional, su desarrollo pedagógico y su desarrollo personal
Versión Final – Caracas, 11 de enero de 2023. El 2022 se fue y el 2023 llega con muchas expectativas. Sin embargo, el año que nos dejó ha sido en buena medida el cierre de un capítulo negativo. Al menos en materia de educación.
Raquel Figueroa, dirigente sindical de la Federación Colegio de Profesores de Venezuela y coordinadora nacional de la Unidad Democrática del Sector Educativo, dio su balance en una sola palabra “negativo” y es que para la experta, la educación venezolana ha estado en retroceso y en este caso toda la problemática que dejó la pandemia no tuvo solución en 2022 mediante una política eficaz, para restablecer la calidad perdida.
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La también experta en políticas públicas educativas afirmó que ya en Venezuela no se puede hablar de calidad educativa, porque un país que tiene la educación como derecho humano violentado, no puede hablar de calidad alguna. Más aún cuando se tienen dos artículos constitucionales como el 102 y 103 que enarbolan la educación, reseñó La Patilla.
No se puede porque hay un retroceso en las responsabilidades del estado, entonces no hay calidad y la pandemia evidenció eso”, aseguró Figueroa.
En la post pandemia el factor que no cambió de acuerdo con Figueroa fue la desinversión. “La inversión disminuyó de una forma tan abrupta que se volvió desinversión. Es un elemento principal porque ahí se ve reflejada la calidad de la alimentación escolar”.
Asimismo, el mantenimiento de los planteles es prueba de ellos en un deterioro casi total, en vista que no ha habido un porcentaje considerable y mucho menos destacable en la recuperación de estos espacios. Solo las escuelas pilotos del proyecto bolivariano han recibido una pequeña porción de ayuda, pero más allá de eso Figueroa fijó en más del 50 % los planteles que se mantienen en el mismo estado de deterioro.
Ni el primero ni el segundo año de pandemia el gobierno venezolano tocó la infraestructura educativa por una simple razón, “porque estaban cerrados”, precisó Figueroa.
Pero el retroceso educativo se ha vuelto un sacudón para toda la comunidad educativa y, en el 2022 la vida siguió cambiando para los educadores venezolanos, porque ellos expresan un deterioro de la vida, desde aspectos como su desarrollo profesional, su desarrollo pedagógico y su desarrollo personal, el privado ese que aparece una vez se sale de las aulas.
Es entonces cuando la experta destaca dos indicadores: la pulverización del salario, la eliminación del seguro social y añade un tercero que es el quitarle el protagonismo pedagógico y académico en el plantel, lo cual en palabras más simples es la libertad de cátedra en el plantel. Para la dirigente sindical las pruebas del retroceso se cristalizaron con la congelación de la convención colectiva que estaba por firmarse.
Aunado a esto, cuando se visualiza la educación de manera geográfica en Venezuela las capitales importantes del país son las menos afectadas, aún cuando la crisis está presente en todas, pero Figueroa apunta a las fronteras venezolanas como los epicentros de la crisis.
Son los que más han sufrido en cuanto a la disminución del presupuesto y la educación por esa zona ha sufrido una migración masiva de docentes a otros países a realizar otras labores para poder subsistir, pero hay un aumento de exclusión social y de desigualdad social”, aseguró.
En este sentido, Carlos Calatrava, director de la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andres Bello hace un hincapié en que para entender el 2022 desde la perspectiva educativa hay que entender el contexto del país que se resume en la emergencia humanitaria compleja que vive Venezuela con una hiperinflación y un Bolívar depreciado.
En la actualidad los planteles presentan una mayor cantidad de niñas, que de niños, pero quizás el dato que queda más en evidencia y que acrecienta los temores de Calatrava es que Venezuela tiene una sociedad plagada de exclusión. “A mayor pobreza, mayor exclusión. A eso añádele que al menos 80 % de la población venezolana se le está considerando pobre”, finalizó.