CNN – Valencia, 27 de septiembre de 2024-. Israel llevó a cabo parte de su ataque con artefactos dirigidos contra Hezbollah ocultando explosivos dentro de las baterías de los buscapersonas introducidos en Líbano, según dos altos funcionarios de seguridad libaneses, que afirmaron que la tecnología era tan avanzada que resultaba prácticamente indetectable.
Funcionarios de seguridad libaneses observaron una serie de explosiones controladas de algunos de los buscapersonas armados, mientras proseguían las investigaciones sobre quién fabricó los dispositivos de comunicación inalámbrica y cómo llegaron a los bolsillos de Hezbollah.
Los buscapersonas utilizados en las explosiones controladas estaban apagados en el momento del atentado del 17 de septiembre, por lo que no recibieron el mensaje que provocó la detonación de los dispositivos comprometidos. Los funcionarios pudieron ver desde primera fila lo catastróficas que habrían sido las explosiones para los portadores de los artefactos y para las personas que se encontraban a su alrededor.
Miles de explosiones alcanzaron a miembros de Hezbollah la semana pasada, explotando sus buscapersonas el martes y luego sus walkie-talkies un día después. En total, las explosiones mataron al menos a 37 personas, incluidos algunos niños, e hirieron a casi 3.000, según las autoridades sanitarias libanesas, muchos de ellos transeúntes civiles. El atentado sorprendió al grupo, que había optado por las tecnologías analógicas tras renunciar a los teléfonos móviles para evitar la infiltración israelí.
Israel no hizo comentarios directos sobre los atentados, pero CNN supo que las explosiones fueron el resultado de una operación conjunta del servicio de inteligencia israelí, el Mossad, y el Ejército israelí. El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, reconoció tácitamente el papel de su país al día siguiente del ataque con localizadores, elogiando los “excelentes logros, junto con el Shin Bet, junto con el Mossad”. Tanto Líbano como Hezbollah culparon a Israel de los atentados.
Una de las fuentes de seguridad libanesas dijo a CNN que la forma en que se había ocultado el material explosivo dentro de las baterías de los buscapersonas era tan sofisticada que no podía detectarse, pero no dio más detalles sobre el tipo de controles a los que habían sido sometidos los dispositivos antes de entrar en el país.
La segunda fuente de seguridad de alto rango dijo que había examinado uno de los buscapersonas comprometidos y presenciado su explosión controlada. Dijo a CNN que el material explosivo estaba “incrustado” en la batería de litio del localizador y era prácticamente indetectable. Añadió que nunca había visto nada parecido.
Un artefacto explosivo improvisado tiene cinco componentes clave: una fuente de energía, un iniciador, un detonador, una carga explosiva y una caja para guardarlo todo. Sean Moorhouse, exoficial del ejército británico y experto en desactivación de artefactos explosivos, afirmó que para convertir los buscapersonas en armas solo se habría necesitado un detonador y una carga explosiva, ya que los otros tres componentes ya estaban presentes.
“Había que hacerlo de tal forma que fuera invisible”, dijo Moorhouse, añadiendo que una forma de hacerlo podría haber sido modificando la propia batería, implantando un detonador electrónico y una pequeña carga explosiva dentro de su carcasa metálica, lo que habría hecho imposible detectarla con imágenes, por ejemplo, de rayos X.
Otros expertos que revisaron las imágenes de las explosiones también afirmaron que los dispositivos explosivos parecían estar ocultos en los buscapersonas, lo que sugiere un sofisticado ataque en la cadena de suministro en el que participó un agente estatal.
Esto coincide con las primeras evaluaciones de las autoridades libanesas. La misión de Líbano ante las Naciones Unidas declaró en una carta enviada al Consejo de Seguridad de la ONU el pasado viernes que una investigación preliminar había descubierto que los dispositivos de comunicación habían sido implantados con explosivos antes de llegar al país, manipulados “de forma profesional” por “entidades extranjeras”.
Las autoridades libanesas determinaron que los artefactos fueron detonados enviándoles mensajes electrónicos, según la carta, vista por CNN. Israel fue el responsable de llevar a cabo los ataques, que detonaron miles de artefactos simultáneamente, según la misión libanesa de la ONU.
Una misteriosa cadena de suministro se extiende de Taiwán a Hungría
Múltiples fotografías de las secuelas de los atentados de la semana pasada en Líbano muestran restos de los buscapersonas –también conocidos como bípers– que explotaron y que correspondían a un modelo fabricado por una empresa taiwanesa, Gold Apollo, y fragmentos de walkie-talkies identificados como de la marca de una empresa japonesa, ICOM.
Las autoridades libanesas declararon que los dispositivos utilizados en los atentados eran buscapersonas Gold Apollo Rugged Pager AR-924 y walkie-talkies ICOM IC-V82. Tanto Gold Apollo como ICOM se distanciaron de los dispositivos comprometidos.
ICOM dijo que el modelo IC-V82 se dejó de fabricar hace una década, y no pudo determinar si los dispositivos atacados en el Líbano eran falsificados o enviados por su empresa. Las versiones falsificadas están ampliamente disponibles para su compra en sitios web de comercio electrónico, como Alibaba. El Ministerio de Comunicaciones libanés declaró que las radios IC-V82 utilizadas en los atentados no habían sido suministradas por un agente reconocido, no tenían licencia oficial y no habían sido examinadas por los servicios de seguridad.
Los esfuerzos internacionales de investigación se centraron en gran medida en los buscapersonas Gold Apollo AR-924, rastreando la concesión de licencias y la fabricación del modelo desde Taiwán hasta aparentes empresas fantasma para tratar de establecer cómo pudo llevarse a cabo la operación israelí. El diario The New York Times informó, citando a tres oficiales de inteligencia informados sobre la operación, que Israel había creado al menos tres empresas ficticias para ocultar la identidad de quienes fabricaban los buscapersonas: oficiales de inteligencia israelíes.
El presidente y fundador de Gold Apollo, con sede en Taiwán, Hsu Ching-kuang, fue interrogado por la fiscalía taiwanesa el jueves pasado antes de ser puesto en libertad.
Un día antes, en las anodinas oficinas de Gold Apollo en las afueras de la capital taiwanesa, Hsu, en declaraciones a CNN y a otros medios de comunicación, negó vehementemente haber fabricado los buscapersonas que llevaban la marca de su empresa, afirmando en su lugar que habían sido fabricados por una empresa húngara, BAC Consulting.
Hsu declaró a CNN que había firmado un acuerdo de licencia con la empresa registrada en Budapest, cediéndole la “responsabilidad exclusiva” de la producción y venta del modelo AR-924. Una persona llamada Teresa fue uno de sus contactos para el acuerdo, dijo.
Teresa Wu, antigua empleada de Gold Apollo, también fue vista saliendo de la oficina del fiscal en la ciudad de Nuevo Taipei el pasado jueves por la noche, según informaron Reuters y medios locales apostados en el exterior. Dos altos cargos de la fiscalía taiwanesa declararon a CNN que Hsu y Wu figuran actualmente como testigos.
Una persona con conocimiento de Gold Apollo dijo a CNN que Wu había dejado la empresa hace un par de años, y que tenían entendido que había empezado a trabajar para BAC Consulting. CNN se ha puesto en contacto con Wu para que haga comentarios.
Wu creó una empresa llamada Apollo Systems Ltd en abril de este año, con una dirección en Taipei que parece ser un espacio de co-working, según los registros corporativos. No está claro si Wu trabajaba para BAC Consulting en Taipei bajo el nombre de su nueva empresa, Apollo Systems Ltd.
La dirección del sitio web de Apollo Systems Ltd es “www.apollosystemshk.com”, según una base de datos de la Administración de Comercio Internacional de Taiwán. El sitio web de Apollo Systems HK –que fue cerrado por su administrador tras el ataque– decía que la empresa tenía un centro de fabricación y ventas en la ciudad de Taipei y una oficina de logística en Hong Kong. Cuando CNN visitó la dirección de Hong Kong, no había rastro de la empresa.
Con información de CNN.