Alberto News – Caracas, 5 de julio de 2024-. Un plan para dar un golpe de Estado contra el presidente boliviano Luis Arce no era lo que esperaba el general Tomás Peña y Lillo cuando ingresó a un cuartel en La Paz el miércoles de la semana pasada.
El líder de los militares retirados dijo que le sorprendió recibir una llamada del jefe del ejército, general Juan José Zúñiga, pidiéndole que se presentara para conversar sobre cómo defender a los soldados encarcelados, pero como era una reunión muy esperada se apersonó en la sede del Estado Mayor.
Al llegar encontró a Zúñiga rodeado de oficiales que le pidieron ayuda para “defender la democracia”. Peña y Lillo se negó, pero los vehículos blindados ya estaban saliendo del cuartel.
“Vi salir ya las tanquetas, ya todo estaba armado… pensé que era un simulacro o que le estaba yendo a dar su parte al presidente. Pero un golpe no”, dijo por teléfono a The Associated Press el militar, buscado por su participación en el presunto intento fallido, desde un lugar que no reveló.
Peña y Lillo recordó que “se había hablado mucho de que Arce le entregaría el gobierno a Zúñiga” en medio de las recurrentes protestas sociales por la escasez de combustible y la crisis económica, pero aún así sostuvo que “esto parecía un circo”.